El país de Yanacocha
Lo que el Estado y la minera no quieren que sepas
El 3 de julio de 2012 se cumplía poco más de un mes del paro regional convocado en la región Cajamarca en oposición al proyecto minero Conga.
En la provincia de Celendín, se vivía una tensa calma entre las Fuerzas Armadas, por un lado, y una gran mayoría del pueblo celendino levantada pacíficamente contra la minera, por el otro.
Aún nadie sabe cómo ni quién inició el incendio que fue la excusa para que policías y militares dispararan contra ciudadanos peruanos. Ese día, cuatro peruanos fallecieron; uno de ellos, un menor de 16 años de edad.
Al día siguiente, en Bambamarca, y con una declaratoria de estado de emergencia en la región, la ciudadanía decidió encender velas en la iglesia de la Plaza de Armas, en memoria a sus compañeros caídos en Celendín. Una vez más, la Policía y el Ejército arremetieron contra los ciudadanos.
Y a balazos.
En medio de todo eso, muere un peruano más.
5 peruanos murieron el 3 y el 4 de julio y muchos fueron heridos con balas de alto calibre.
Los grandes grupos de prensa, alineados con la minera Yanacocha, y ese monstruo llamado 'opinión pública limeña', acostumbrados a vivir de espaldas al resto del país, dijeron de todo.
Se buscó justificar como sea la masacre y, por último, se ignoró lo ocurrido hasta arrinconarlo en el olvido.
Este video reúne las voces de quienes jamás podrán olvidarlo.
Hoy, dos años después, un paquetazo legislativo vuelve a poner en riesgo la integridad de los recursos naturales y un ministro del interior, con denuncias graves por delitos de lesa humanidad, amenazan con repetir la historia.
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